Vacaciones Forzadas, necesarias y convenientes

Hace frio, pero es mi deber y no me permito faltar al mismo asi que me dirijo sin titubear mas hacia la playa, el mar me espera despues de mucho tiempo sin visitarlo. Veo mi sombra en la arena, el sol todavia vigilante anuncia su partida.
Cruzo la avenida que separa esa inmensidad de agua de la obra del hombre y sin dejar de caminar me quito mi campera, mi remera y sigo hacia la orilla. Pienso en que realmente hace frio pero sigo sin importarme nada hasta meterme
al agua a la altura de la cintura. Aca ya no hay vuelta atras, a excepcion de un segundo en el que miro alrededor,
solo se ve a lo lejos una pareja que se moja los tobillos, despues el mar es todo mio.
Hola de vuelta, como siempre volvi y te vengo a saludar en mi arribo. Me zambullo y siento todo el frio de golpe, y por suerte eso activa una calma en mi.
Me cae la ficha, estoy solo en el mar fuera de todo y todos. Nadie ni nada me separa de mi mismo. Mezcla de nostalgia y bienestar…
Nado un poco mas y el clima me hace entrar en razon, por lo que decido concretar mi saludo.
Me abrigo nuevamente y camino, a mi regreso el sol esta de frente.
Encuentro un lugar donde sentarme y meditar. Me propongo hacerlo hasta que el sol
se retire y afortunadamente la calma y la concentracion estan conmigo al punto de poder dilucidar los ultimos segundos en los que el sol ya no esta.
Impresionantemente real y tan obvia es la puesta del sol…que me sorprendo mas al mirarme y notar que estoy enterrado de arena literalmente.
Hoy 20 de diciembre recorde lo importante de convivir con uno mismo, la soledad, la calma, el silencio, la poca interaccion y la despreocupacion cuasitotal.
A fin de cuentas entiendo que no puedo vivir sin sociabilizar. Mañana sera otro dia, en el que lejos de todos los que conozco intentare descubrir algo perdido en mi.

Saber aprovechar el presente, es mucho mas dificil que añorar el pasado.

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